En 1849 aparece mencionada, de forma expresa, una banda de música, que solemnizaba actos muy señalados -fiestas religiosas y conmemoraciones-, y que estaba formada por amigos aficionados a la música.
Su propia casa acogía los ensayos y allí nacieron sus hijos: Francisco, actor; Antonio, director de la banda en 1912; Josefa, pianista; Esperanza, violinista, y sobre todos, María, pianista de fama internacional.
Desde el primer momento se convirtió su casa -futura sede de la entidad- en referencia musical y artística: eran habituales el pianista Joaquín Fuster Guirao, el violinista Brindis de Salas o el poeta murciano Jara Carrillo.
[6] La incorporación de mujeres a la Banda se produjo bajo la dirección del maestro Alberto Escámez López.
La banda de la UMT ha obtenido numerosos galardones en conciertos, encuentros, intercambios, festivales y concursos en distintos ámbitos.
La integran una media de ochenta músicos, aunque suele haber variaciones en el número.