Si esto ocurre en solo algunas células, se denomina mosaico genético triploide y es menos severo.En humanos la mayor parte de los fetos afectados por esta anomalía cromosómica, una de las más comunes, no completa su desarrollo embrionario, produciéndose un aborto espontáneo, y los pocos que llegan a nacer fallecen prematuramente.La madre, normalmente tendrá niveles altos de proteínas, que incluyen la alfa fetoproteína (AFP) y gonadotropina coriónica humana (hCG).La placentomegalia o la restricción del crecimiento intrauterino son los hallazgos típicos que impulsan la evaluación de la triploidía, aunque el oligohidramnios puede ser el primer signo en algunos casos.No hay ningún tratamiento para triploidía, el cuidado paliativo está dado sí una criatura sobrevive al nacimiento.Si la triploidía está diagnosticada durante el embarazo, la interrupción voluntaria es a menudo ofrecida como una opción debido a los riesgos de salud adicionales para la madre (preeclampsia, una afección potencialmente mortal, o un coriocarcinoma, un tipo de cáncer).La triploidía en mosaico tiene un pronóstico mejorado, pero las personas afectadas tienen discapacidades cognitivas de moderadas a graves.[2] La triploidía afecta aproximadamente al 1–2% de los embarazos, pero la mayoría aborta en etapas tempranas del desarrollo.