Menos frecuentemente tiene un origen funcional por mala evacuación de la vejiga urinaria o bien por reflujo vesicoureteral.
La hidronefrosis puede ser congénita cuando está presente en el momento del nacimiento, o adquirida, si se desarrolla en la vida adulta.
[1] La hidronefrosis unilateral suele estar provocada por lesiones en el riñón o el uréter; la hidronefrosis bilateral se asocia a lesiones situadas en el cuello de la vejiga urinaria o la uretra que impiden la evacuación correcta de la vejiga, como la hiperplasia benigna de próstata y la estenosis del cuello vesical, también por reflujo vesicoureteral bilateral o vejiga de poca capacidad y baja complacencia.
[1] La hidronefrosis puede ocasionar daño permanente en el riñón y originar insuficiencia renal.
Otra complicación importante es la aparición de infecciones urinarias repetidas y pielonefritis que agravan más la situación.