Las lesiones son distintas de las afecciones crónicas, traumas psicológicos, infecciones o procedimientos médicos, aunque las lesiones pueden ser un factor que contribuya a cualquiera de ellos.Para el diagnóstico hay que recurrir normalmente a radiografías, resonancia magnética nuclear, artroscopias y artrocentesis.A veces, este esguince, o la ruptura de un ligamento, puede arrancar un fragmento de hueso que solo se detectará radiológicamente; por eso es necesario llevar al accidentado a un centro sanitario.Los traumatismos en el cráneo y en la cara son especialmente importantes, ya que la intensidad del golpe puede afectar al sistema nervioso central (SNC), localizado dentro de la cavidad craneal.Siempre que nos encontremos ante un traumatismo craneal debemos sospechar la posibilidad de una lesión en la columna vertebral.En los traumatismos craneales podemos encontrar: La piel de la cabeza es muy gruesa y se desplaza con cierta facilidad sobre la superficie del cráneo; esto provoca que, en caso de traumatismo, su desprendimiento sea fácil originando las llamadas heridas en escala.Si la fractura es abierta es fácilmente observable, porque puede llegar a verse el tejido nervioso.Los traumatismos abdominales pueden comprometer a diferentes órganos contenidos dentro del abdomen que forman parte del aparato digestivo, a gruesos vasos sanguíneos, al sistema urinario y al sistema endocrino.Podemos encontrarnos ante lesiones cerradas, en las que no existe alteración de la piel ni de la pared abdominal, o ante lesiones abiertas, en las que la pared abdominal ha resultado rota o penetrada por un objeto.Las quemaduras se producen por contacto con temperaturas extremas, sustancias químicas o radiaciones.Las quemaduras superficiales de espesor parcial provocan ampollas exudativas y requieren vendaje.[6] Las quemaduras químicas se producen por el contacto con sustancias corrosivas como ácidos o álcalis.[7] La ingestión de sustancias corrosivas puede provocar quemaduras químicas en la laringe y el estómago.[17] Se ha descubierto que las variables psicológicas y sociales afectan a la probabilidad de lesiones entre los atletas.