Las lesiones físicas o químicas del ojo pueden ser una seria amenaza para la visión si no se tratan apropiadamente y de manera oportuna.Arrojar arena, volar trozos de madera, metal, vidrio, piedra y otros materiales son notorios por causar gran aporte del trauma ocular.El usual examen del ojo debe ser intentado, y puede requerir un anestésico tópico para ser tolerable.Esto incluye lesiones penetrantes del globo ocular, abrasiones corneales o cuerpos extraños corneales, el hipema (debe ser referido), laceraciones del párpado que son profundas implican al párpado o al canalículo lagrimal; quemaduras de energía radiante como el ojo de arco (quemadura del soldador) o ceguera de la nieve; o rara vez, la neuropatía óptica traumática.La primera línea de manejo para lesiones químicas es generalmente copiosa irrigación del ojo con un agua estéril o solución salina isotónica.En esta circunstancia, una infección virulenta causada por la bacteria Pseudomonas aeruginosa se encuentra en un riesgo claramente delineado de ocurrencia.Estas infecciones pueden causar ceguera dentro de las 24 a 48 horas y existe la posibilidad de que la infección se pueda mover hacia la cavidad periorbital, lo que da lugar a la necesidad de evisceración del globo ocular.En casos raros, la infección puede entrar en el cerebro y causar la muerte al paciente.El riesgo de complicaciones es alto con lágrimas retinianas, lesiones penetrantes y traumatismo contuso severo.Un estudio reciente estimó que entre el 2002 y el 2003 hubo 27 152 lesiones en Estados Unidos relacionadas con el uso de anteojos.