En medicina humana y veterinaria, un traumatismo vesical es cualquier lesión violenta ejercida sobre la vejiga urinaria, por lo general, como resultado de un golpe contuso o una herida penetrante.
[1] Las heridas vesicales pueden ocurrir tanto en traumatismos cerrados como en penetrantes pero, en cualquier caso, es poco frecuente debido a la protección que le presta su posición dentro de la pelvis ósea.
[5] Las lesiones vesicales no siempre exigen para su producción un enérgico, violento, directo y evidente agente externo.
Los pacientes diagnosticados con el alcoholismo y las personas que crónicamente beben una gran cantidad de líquidos son susceptibles a lesiones de la vejiga, puesto que la vejiga se lesiona con mayor facilidad cuando está distendida por el contenido urinario.
[7] Ambos se retiran al cabo de 7 a 10 días o una vez que la vejiga haya curado satisfactoriamente.