Proteja los brotes jóvenes y la floración con vellón hortícola si se pronostican heladas.
Se requiere riego adecuado durante períodos prolongados de calor y sequía.
En lugar de un riego diario superficial, durante una sequía, el agua debe dirigirse hacia las raíces, asegurándose de que el suelo esté completamente empapado, dos o tres veces por semana.
Los mantillos también ayudan a conservar la humedad del suelo y mantienen las raíces frescas.
El anegamiento puede ocurrir en suelos mal drenados, particularmente después de fuertes lluvias.
El granizo puede dañar las frutas de piel blanda y también puede permitir que la podredumbre marrón u otros hongos penetren en la planta.