La hipomagnesemia es un trastorno electrolítico en el cual se presenta un nivel bajo de magnesio en la sangre.
Por lo general se considera como hipomagnesemia un nivel de magnesio en sangre menor a 0,7 mmol/L.
Adicionalmente pueden presentarse confusión, alucinaciones, depresión, convulsiones epilépticas, hipertensión, taquicardia y tetania.
Las deficiencias pueden ser debidas a las siguientes condiciones: El organismo humano contiene entre 21 y 28 g de magnesio (0,864-1,152 mol).
De este magnesio aproximadamente el 53% se encuentra localizado en hueso, 19% en tejido no muscular y tan solo 1% en el fluido extracelular.
La mayor parte del magnesio presente en el suero se encuentra unido a quelantes tales como el ATP, ADP, proteínas y citrato.
Aproximadamente el 40% del magnesio ingerido es absorbido, la hipomagnesemia estimula y la hipermagnesemia inhibe esta absorción.
La homeostasis del magnesio comprende tres sistemas: riñón, intestino delgado y hueso.
Debido a que la mayor parte del magnesio es intracelular, se puede presentar deficiencia sistémica aun con una concentración normal en plasma.
Como consecuencia los niveles de potasio intracelular disminuyen y la célula se despolariza.
El magnesio intravenoso puede ser útil en la arritmia refractaria, el caso más notable es en las torsades de pointes.
En este caso el efecto vasodilatador del magnesio parece ser el principal responsable de su utilidad.
Los simpaticomiméticos utilizados para el tratamiento del asma, pueden disminuir los niveles séricos de magnesio, lo que podría requerir suplementación.