Los actores principales eran Gardel, en el papel protagónico del estanciero Anselmo Torres, Sofía Bozán y Gloria Guzmán.
El elenco se completaba con Vicente Padula, Pedro Quartucci y Carlos Baeza, entre otros.
En Guatemala se exhibió durante tres años, en Madrid todos los días durante tres meses, en Barcelona y Nueva York el público obligaba a los operadores a rebobinar la película una y otra vez para oír nuevamente Tomo y obligo'».
[1] El tema de la amarga invitación a recordar la felicidad perdida ya había sido usado por Romero en su Nubes de humo, por Vacarezza en La copa del olvido y por Juan A. Caruso en Sentimiento gaucho y está vinculado a la época en que el tango tenía vasos comunicantes con el género del sainete en el cual no era raro que hubiera una escena con el hombre ahogando en alcohol sus penas por la mujer que lo había abandonado.
[1] La letra reproduce el mandato dirigido al varón de que el hombre no llora, mandato sobre el cual dice La psicóloga Adriana Guraieb, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y autora del libro Peter Pan y sus mujeres, que tomado al pie de la letra “Influye como una enorme presión, porque se considera que son 'poco hombres'.