[1] Comenzó como bandoneonista, pero luego pasó a desempeñarse como estribillista de diversas orquestas.
Y por propio peso, desde aquellas primeras intervenciones como estribillista, pasó a cantar, si bien no toda la letra, gran parte de la misma.
En 1951 se unió en Uruguay al conjunto del pianista José Puglia y el bandoneonista Edgardo Pedroza, con quienes hace en noviembre de 1951 sus tres últimas grabaciones.
A la madrugada, junto con otros amigos músicos emprendió el viaje de regreso en automóvil.
"Fiore" tuvo la mala suerte de perder el conocimiento por el golpe y quedar con el rostro semisumergido.