[8] Los agobios económicos se hacen apremiantes en 1579, cuando no puede pagar los salarios de sus trabajadores y es denunciado por Diego Hernández, que le reclama seis meses de retrasos que suman ocho ducados.Los negocios con Juan Boyer, en Medina del Campo, se refieren a la recepción de una carga de “linosa” por valor de 700 reales mientras que él le ha enviado 100 ejemplares, a real el volumen, del Cómputo eclesiástico, del dominico Bartolomé Vega, que había impreso en tres años antes.Un francés, cuyo nombre sería Juan Ragelimpres, le debe 14 o 15 ducados que va a ser difícil cobrar ya que “está preso en el Santo Oficio de la ciudad de Logroño”.Es probable que, apremiado por las estrecheces económicas, se viera obligado a trabajar al margen de la imprenta.Sorprende el traslado del impresor pamplonés a un lugar distante casi 200 kilómetros, existiendo imprentas en la vecina Zaragoza, para imprimir solamente una obra.Sea como fuere, la estancia debió de ser breve ya que en el mismo año imprime dos libros en Pamplona.Consta de cuatrocientos versos y concluye con cuatro sonetos; está impreso en folio, en cuatro hojas a dos columnas con tipos góticos, como era frecuente en las obras literarias de asunto legendario e histórico[14].A todos ellos el patrón, además, les proporciona “costa y cama”.En la Literatura predominan los textos escolares para el aprendizaje del latín encargados por Simón Abril, a los que se añaden las ediciones en 1578 y 1582 de la Diana enamorada.Llama la atención el elevado porcentaje de ediciones en octavo, un formato menor, que supera en 15 puntos la media del siglo en Navarra.El tercio de obras en folio estaría integrado por las ediciones del Reino.La imagen representa un ángel con un escudo en la mano derecha, donde figuran las iniciales, y una palma en la izquierda.