[3] Asimismo fue decisiva su acción para promover el cultivo del algodón en el Chaco.
Formó parte de la misión diplomática que realizó el Tratado Roca-Runciman en 1932.
La Argentina dispensaría a las empresas británicas un tratamiento benévolo y el país mantendría libres de aranceles el carbón y demás mercaderías que se importaban en ese momento exentas de impuestos, comprometiéndose a comprar en Gran Bretaña el total del carbón que consumía.
Junto a claúsulas secretas: donde el Banco Central de la República Argentina contaría con gran predominancia de funcionarios y capitales británicos.
Siendo subsidiaria de la multinacional SOFINA, que se había transformado en una sociedad anónima argentina para evadir impuestos, comenzó a hacer lobby y en 1936 el grupo empresario presentó ante el Concejo Deliberante el pedido de extensión de la concesión en el tiempo y en el espacio, ya que pretendía ampliar su área de influencia al Gran Buenos Aires.