Ébora o Ebura es el nombre que recibe una antigua ciudad situada en el término de Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz (Andalucía, España), más concretamente en la carretera situada entre Trebujena y la marisma del Guadalquivir.
En la actualidad, podemos encontrar en el lugar en cuestión, el Cortijo de Ébora, en cuyo emplazamiento se halló el tesoro del mismo nombre.
Es debido a esto mismo, por lo que existe la ocupación temprana de este lugar, creándose un establecimiento poblacional en estrecha relación con el santuario del Lucero.
La ocupación humana de la zona se remonta al Neo-eneolítico, algo que sabemos gracias a los silos encontrados durante la excavación, los cuales fueron vaciados en la antigüedad así como expoliados, lo más probable es que en época romana.
El florecimiento de dicha etapa, se extiende hasta la época romana.
El poblado en sí, duró más tiempo que el de El Carambolo, siendo un lugar muy frecuentado gracias a sus pozos.
La segunda etapa, se centra en la recuperación de las piezas que fueron escondidas en la finca tras la venta ilegal del primer lote hallado.
- Los dos colgantes con cadenas y barriletes, los cuales es muy probable que estuviesen unidos a la diadema anterior, constituyendo una gran joya, de aire hispánico.
Las cadenas que lo componen son muy parecidas a las del collar de El Carambolo.
Este hallazgo se trata del primer bronce arcaico griego hallado en España en una excavación regular.
Además del delfín, encontramos una fíbula, un punzón, una pesa, una aguja o un clavo entre otros elementos.
-Piezas en hueso y marfil: Este grupo es aún más reducido, siendo solo una de gran interés.
La cerámica turdetana de Ébora se encuentra fabricada a torno, con barros depurados y bien cocida.
También encontramos cerámicas griegas tempranas y bien definidas, así como terra sigillata, aunque escasa.