Tenebrismo es el nombre que la historiografía del arte da a un estilo o corriente de la pintura del barroco correspondiente a su fase inicial, a comienzos del siglo XVII, cuyos principales exponentes son el italiano Caravaggio y José de Ribera (el Españoleto, afincado en Nápoles).
Menor correspondencia con las convenciones tenebristas tuvo la escuela sevillana de Herrera el viejo y Francisco Pacheco, de donde saldrían Zurbarán y Velázquez.
Ya en el siglo XIX, el realismo pictórico recuperó los efectos lumínicos tenebristas, tal como se ve en algunas obras de Léon Bonnat.
No debe confundirse o identificarse de forma total con la técnica del claroscuro, que como tal técnica se ha empleado en muy distintos contextos estilísticos y cronológicos, antes y después del Barroco.
A veces se emplean las expresiones tenebrismo naturalista y naturalismo tenebrista,[4] que lo ponen en relación con el naturalismo o realismo artístico, un enfoque estético común a distintos estilos y escuelas, y que no debe confundirse con el movimiento pictórico francés de finales del siglo XIX denominado "naturalismo".