Ha estado generalmente dirigida a un público femenino, siendo tradicionalmente uno de los pocos que ha sido cultivado por mujeres.
En España, mientras tanto, se había desarrollado el denominado tebeo de hadas[3] en revistas como Mis chicas (1941), Florita (1949) o el cuaderno Azucena (1946-71).
Autores como Carlos Freixas, Pepe González, Jorge Longarón, Luis García Mozos, Marika, García Pizarro, Enrique Badía Romero o Carles Prunés se especializaron en este género hasta mediados de los 70, aunque sin valorarlo mucho.
[4] Son Rosas Blancas y Sissi en 1958, Claro de Luna y Tu Romance en 1959 o Selección Romántica en 1961, en las que se destacaron autores como María Pascual, Gómez Esteban o Carmen Barbará.
Riyoko Ikeda ambientó su relato en la Francia del siglo XVIII (La Rosa de Versalles, 1972) mientras que Mōto Hagio narró relaciones homosexuales entre muchachos, conocidas como shōnen-ai.