[3] Como el resto de cuadernos de su época, tenía un formato apaisado, con portada a color e interior en blanco y negro.
La portada presentaba invariablemente una ilustración enmarcada por ovas amarillas, semejando un cuadro, además del emblema de la colección: Una mujer de melena ondulada con una estrella en la frente.
[4] El interior estaba dominado generalmente por una historieta basada en un cuento maravilloso del folclore popular, pero incidiendo en los valores femeninos de la época: Abnegación y vocación matrimonial.
[3] El investigador Juan Antonio Ramírez afirmó que era una de las revistas que más había influido, a nivel ideológico, en las mujeres españolas nacidas entre 1940 y 1960.
A nivel artístico, sirvió de campo de pruebas para autoras como Juanita Bañolas, Carmen Barbará, Juliana Buch, M. Furto, G. Guardia, Carmen de Haro, Josefina o Juli, que se darían ya a conocer al filo de los años 60.