El lugar elegido para la construcción fue el Morro do Chá, que ya albergaba al nuevo Teatro São José.El Modernismo planteaba una ruptura con todo valor artístico que había existido hasta ese momento, proponiendo un abordaje totalmente nuevo en la pintura, la literatura, la poesía y en los otros tipos de arte.En las décadas siguientes, su opulencia fue desapareciendo debido a otras construcciones en los alrededores, que acompañaban el crecimiento de São Paulo, como, por ejemplo, el Edificio del Banespa.De esta manera, las presentaciones del teatro quedaron dirigidas a un público muy selecto.En la década de 1980, el teatro pasó por una segunda reforma, iniciada en la gestión del prefecto Jânio Quadros.La fachada externa fue restaurada con arenisca proveniente de la misma mina que había provisto el material para la construcción original del edificio a principios del siglo XX.