Según el diario El País Fracci fue "la más importante bailarina italiana de la edad contemporánea y la única con una categoría indiscutida de prima ballerina assoluta".
Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Fracci y su familia se mudaron al campo con su abuela materna Argelide.
[6] Los primeros años fueron duros porque sentía nostalgia por los espacios abiertos en ese rígido ambiente al que le costaba acostumbrarse a pesar de los constantes reproches de la maestra, que la consideraba con habilidades pero apática.
Fracci describió los primeros días en la escuela como "un aburrimiento estrepitoso y una tarea terrible".
[5][7] Luego bailó el papel principal en Giselle con el London Festival Ballet el año siguiente.
[9] En 1983, 2000 y 2003, Fracci recibió tres prestigiosos honores del gobierno italiano, reconociendo sus logros.