Recién graduado, se estableció en Campinas y allí ejecutó sus primeros proyectos.
Decidió establecer en la ciudad de São Paulo un estudio técnico que llevó su nombre, el cual en poco tiempo se transformó en la principal influencia de la arquitectura local.
Durante algunas décadas, prácticamente todos los proyectos residenciales de la élite y los principales proyectos públicos de la ciudad fueron ideados por el mencionado estudio.
Su conexión con la enseñanza se dio también cuando se convirtió en director del Liceo de Artes y Oficios de São Paulo, donde promovió reformas curriculares que garantizaron la autosuficiencia de la escuela e hicieron que fuera reconocida en todo el país.
A comienzos del siglo XX asumen en el estudio los socios Ricardo Severo y Dumont Villares, los cuales pasan a coordinar de hecho los nuevos proyectos.