Esto crea un grupo exclusivo entre sus hablantes y les ayuda a resistir la asimilación cultural.
La naturaleza dinámica del idioma se niega a consolidarse en una sola cultura y permite una mayor libertad de expresión entre sus hablantes.
Por estas características, el swardspeak crea un grupo disidente sin ningún vínculo con restricciones geográficas, lingüísticas o culturales, permitiendo a sus hablantes moldear el idioma como mejor les parezca, en relación con los tiempos actuales.
De esta manera, la lengua no sólo es "móvil" y parte de una comunidad más amplia, sino que también está abierta a significados e interpretaciones más específicas o locales.
El propio Reyes escribió un libro sobre el tema titulado Swardspeak: A Preliminary Study.