Aunque durante mucho tiempo se creyó que había sido constituido según el derecho germánico, estudios posteriores acreditan ser su esencia jurídica eminentemente castellana pues sus orígenes se encuentran muy cercanos, si no son un ejemplo paradigmático, de los antiguos señoríos de behetría.
Original y singular forma de la historia señorial de Castilla en que tanto los hombres como las mujeres tenían derecho a recibir en herencia la cuota que les correspondiera y en el que se solapaban propiedad y jurisdicción en varios niveles señoriales.
Tradicionalmente esta documentación se aseguraba en un archivo en la propia Casa Cadina dentro de la finca del solar.
[8] Con todo, el Solar está inscrito en la Guía Oficial de Grandezas y Títulos del Reino del Ministerio de Justicia, en la sección Señoríos y otras dignidades.
El señorío se encuentra gobernado por la Junta de caballeros y damas hijosdalgo propietarios del mismo.
En la Junta anual, respetando un antiguo ceremonial, se da asiento a los nuevos caballeros y damas hijosdalgo, tras haber demostrado su entronque con quien ya fue recibido en los seculares libros de becerro.