La Société anonyme des Établissements Nieuport fue una extinta empresa de construcción aeronáutica francesa, anteriormente Nieuport-Duplex y que, inicialmente llevó el nombre de Société Générale d'Aéro-Locomotion - SGAL, fundada en 1908 por Édouard Nieuport para diseñar y construir aeroplanos .
Édouard Nieuport, con 35 años a la sazón y formación deportiva, quería construir aviones de competición.
[3] Édouard Nieuport, por lo tanto, debió contratar otro piloto mientras, que al vez, buscaba una mejor base financiera para su negocio.
[4] Con los primeros éxitos comerciales, la plantilla de la empresa fue aumentando; mientras, Léon Bazaine se hizo cargo de la producción y, se contrató a un piloto profesional.
Las tres compañías ganadoras fueron la Société de Production des Aéroplanes Deperdussin SPAD, Société des Ateliers d'Aviation Louis Breguet y Nieuport que recibió un pedido de diez biplazas Nieuport IIG.
En 1913 un Nieuport IIG se convirtió en el primer avión militar español que voló en África.
Los primeros Nieuport IV se construyeron en 1911 y la producción continuó hasta bien entrada la I Guerra Mundial en Rusia.
[5] El diseño fue adoptado en pequeñas cantidades por la mayoría de las armas aéreas de la época, aunque la Flota Aérea Militar Imperial rusa fue el mayor usuario.
La desaparición de Édouard Nieuport podría haber tenido consecuencias considerables para la firma de Suresnes; sin embargo, Charles Nieuport había trabajado lo suficiente con su hermano para poder recoger la antorcha.
[4] La Société Anonyme des Equipements Electriques (antigua SGAL) siguió produciendo magnetos y bujías en Suresnes, mientras que una nueva empresa, la Société Anonyme des Etablissements Nieuport (con un capital de 1,2 millones de francos) debía garantizar la producción de aviones en una nueva fábrica inaugurada en Issy-les-Moulineaux, dado que, los talleres de Suresnes ya eran demasiado reducidos y por ello, para asegurar los pedidos, había sido necesario subcontratar parte de la producción a la firma Lioré et Olivier , ubicada en Levallois-Perret .
Este avión no estuvo listo para volar hasta después de que comenzara la Primera Guerra Mundial.
[8] En noviembre de 1916 se creó en Gran Bretaña la compañía British Nieuport and General Aircraft Co.
Si a partir de 1916 la Aeronautique Militaire prefirió los cazas producidos por la SPAD , el Nieuport 24 se construyó en serie para las fuerzas aéreas de Bélgica e Italia o las unidades de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense, siendo asimismo, fabricados con licencia en Italia por Nieuport-Macchi y en Japón por la compañía aeronáutica Nakajima Hikōki K.K.
En ese momento, Nieuport adquirió un gran terreno en Burdeos, planeando construir allí una gran fábrica para construir el proyectado hidrocanoa transatlántico de cuatro motores Tellier 4R 450.
Sin embargo, la familia Deutsch de la Meurthe, beneficiaria de las licencias de fabricación transferidas al exterior y de los ingresos provenientes del refino del petróleo gracias a la Société des pétroles Jupiter, en 1920 decidió inyectar nuevo capital para apoyar a la empresa conocida por sus dirigibles y globos aerostáticos Société Astra de Constructions Aeronautiques, la Société anonyme des Etablissements Nieuport y a la aerolínea Compagnie générale transaérienne - CGT.
La SGA iba a demostrar ser un "pozo sin fondo" en términos económicos.
Fue precisamente este avión y sus desarrollos con un parecido superficial con el Junkers Ju 87, que llevó a las acusaciones vertidas por los alemanes respecto a que Francia había conseguido planos del Stuka en los años treinta, acusaciones que se repitieron en relación con los Potez 63 y Messerschmitt Bf 110.[14].
Su aviación militar no puede competir en concepción ni tecnológicamente con la recién nacida Luftwaffe, ni con los avanzados monoplanos de caza y bombarderos fabricados en el Reino Unido.
En Francia, se había iniciado una exagerada política de prototipos, sin embargo, los modelos producidos no cumplían con las ambiciosas especificaciones emitidas por el Service technique de l'aéronautique o no podían producirse en serie con la suficiente rapidez.
Tanto es así, que algunos modelos ya estaban obsoletos al entrar en servicio.
Desafortunadamente para los historiadores aeronáuticos, la mayoría de los primeros monoplanos construidos por la compañía no parecen haber llevado designaciones, por lo que se les ha nombrado por orden cronológico con números romanos, aunque a veces, algunas fuentes los designan con números latinos.