La silva es una estrofa, o más bien una métrica, compuesta por versos endecasílabos (11 sílabas) y heptasílabos (7 sílabas), de rima consonante o libre hasta el punto que incluso se pueden mejorar versos juntos de rima.
La amplia libertad poética que confiere al poeta esta serie métrica la convierte en la más moderna de la métrica clásica española, por su implícita tendencia antiestrófica y como tal constituye una forma de transición hacia el verso libre moderno.
Emparentada con la estancia italiana (stanza) introducida durante el primer tercio del siglo XVI en la lírica española por los petrarquistas Garcilaso de la Vega y Juan Boscán, no debe ser confundida con esta: la estancia italianizante posee una distribución repetida en varias estrofas con el mismo esquema métrico, cada una de las cuales se divide en dos partes ("fronte", formada por dos pies de unos tres versos, y "sírima" o "coda", también formada por dos pies de unos tres versos) engarzadas por un verso de enlace, concluyéndose la serie métrica con un "envío" o "vuelta" final de cuatro versos.
En la literatura latina creó esta estrofa el poeta Publio Papinio Estacio con sus Silvas.
Gustavo Adolfo Bécquer crea la silva arromanzada (heptasílabos y endecasílabos con rima asonante en los versos pares) y los modernistas siguen su ejemplo creando a su vez la silva modernista (que combina versos de siete, nueve, once y catorce sílabas), poniéndole a veces rima asonante a los versos pares como si fuera arromanzada.