[1] Es el más largo de los poemas sorjuaninos —975 versos— y su tema es sencillo, aunque presentado con gran complejidad.
La parte final relata el despertar de los sentidos y el triunfo del Día sobre la Noche.
[9] Existen, además, rasgos autobiográficos en el poema, pues los versos 704-780 abordan la "sobriedad intelectual", un tema bastante recurrente en la obra de sor Juana.
[14] Existe un consenso más o menos general entre los críticos sorjuanistas para dividir el poema en tres partes desiguales: "El dormir", "El viaje" y "El despertar".
[15] Ello, según Pascual Buxó, se debe al interés de sor Juana por perpetuar la tradición medieval —continuada por autores renacentistas— acerca de la división tripartita del Universo, que a la vez corresponden a las partes del cuerpo humano.
[16] Entre las más conocidas interpretaciones del poema se encuentra la de Octavio Paz, que afirma al respecto: