En 2011, Michael Beckley, investigador del Harvard Kennedy School, lanzó la revista China's Century?
Sostenía en cambio que «Estados Unidos obtiene ventajas competitivas de su posición dominante y la globalización le permite a su vez explotar estas ventajas, atrayendo actividad económica y manipulando el sistema internacional en su beneficio».
Sin embargo, desde 2016 durante la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos adoptó una política comercial más proteccionista, anunciada por algunas voces como un nuevo mercantilismo,[19] al retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica,[20] negociar un nuevo TLCAN y mantener disputas comerciales crecientes con la Unión Europea.
[17] Otros comentaristas han hecho hincapié en sus diferencias con el Occidente capitalista y democrático, pues China ha logrado extraordinarias tasas de crecimiento prescindiendo de la democracia liberal como sistema político, consolidando un sistema alternativo al occidental y «su inseparable binomio capitalismo-democracia liberal».
[22] En el ámbito económico, algunos académicos han tratado de clasificar a China como uno más de los países asiáticos que han logrado desarrollar sus economías (como Japón o los «tigres asiáticos»).