Su punto más alto es la Torreta del Montsiá (764 m), en el centro de la cordillera.
Aun así, con su perfil triangular, la cima de la Mola, un poco más al sur, parece el pico más alto cuando se ve la sierra del Montsiá desde Ulldecona y sus alrededores.
Otra cumbre emblemática es la Foradada, situada al norte de la Torreta, que es un magnífico mirador natural sobre el Delta del Ebro.
Son montañas de tipo calcáreo con muchas grutas y cuevas.
[4] La sierra destaca por la singularidad de su relieve calcáreo, para mantener ecosistemas naturales mediterráneos representativos, y por su interés biogeográfico, al constituir el límite sur para algunas especies extra-mediterráneas y un importante enclave de elementos meridionales.