[3] A través de la historia el sector y sus alrededores han sido conocidos con diferentes nombres.
Otros dicen que se escribe «Siempre Viva», deformando el nombre y formando una secuencia de dos palabras independientes.
Sobre esta última teoría vale decir que el nombre lleva artículo definido sólo cuando se refiere a una época determinada, es decir, cuando tiene carácter restrictivo, o cuando le acompaña un adjetivo calificativo: «ya no es la Siempreviva que yo conocí, ha cambiado mucho».
[6] El camino, pavimentado en 1967, se cataloga hoy como la Carretera Nacional Cúa-Ocumare, y discurre desde Cúa, atravesando el sector El Conde, el conjunto residencial Valle Humboldt, San Miguel, los Bloques, la urbanización Ciudad Hermosa, Villegas, El Pescador, La Mora, Anguina, la Colonia Mendoza, La Uverita, Ocumarito y Candelero, hasta finalizar en Ocumare del Tuy, con un recorrido total de 13,78 km.
La colonización de este territorio no fue, sin embargo, un proceso fácil ni uniforme, ya que, por regla general, la vida de estos nuevos pobladores era azarosa y estaba sometida a riesgos y complicaciones.
Por ejemplo, iban con lo estrictamente necesario; estaban expuestos a peligros diarios, como pestes, serpientes e inundaciones.
Cabe mencionar que sus primeros habitantes fueron, entre otros: Salvador Bianchi, Isaías Parras Pulido, Ricarda Arguinzones, Cleto Martínez, Inés Arguinzones, Benita Aponte, Rogelio Lara, Pantaleón López, Petra Escalona, Carmen Olivero, Anita Gil, Fortuna Laserez, María de Jesús García, Pancha Macero, Melecio Martínez, Delfina Martínez, Georgina Olivero.
Otros ejemplares autóctonos son: el mango (Mangifera indica), el mamón (Melicoccus bijugatus) y el apamate (Tabebuia rosea).
[9] A pesar de su fuente remota, casi todo el río es accesible al público.
En la actualidad, la quebrada Tinapuy es utilizada en su parte baja como colector de basura y cloaca, lo que ha provocado su contaminación.
A pesar de su pasado agrícola, en la actualidad Siempreviva es un sector mayoritariamente residencial, razón por la cual las principales actividades económicas del mismo están relacionadas con el comercio.
Fundada en la década de 1940, se dedicaba a la compra y venta de víveres en general (harina, carne, pollo, huevos, frutas, verduras, cereales, cloro, jabón, detergente, desodorante) y todo lo relacionado con el ramo del lícito comercio (bisutería, velas, bolsas de basura, artículos para escritorio, juegos y juguetes, refrescos, vino, cerveza, sidra, hidromiel, frituras, dulces, golosinas).
Cuando Pantaleón López fallece en 1955, sus hijas —María, Josefina, Matilde y Elsa— se quedan frente al negocio, mostrando signos de debilidad económica y teniendo problemas para hacer frente a los compromisos de pagos adquiridos.
En un esfuerzo por explorar las oportunidades del comercio al por menor, Augusto asume la dirección de la bodega en 1958.
Durante treinta años, Melecio dirigió la bodega como una entidad independiente, antes de dejársela a su hija, Ofelia, en 1992.
En 2001 Ofelia demuele la antigua casona de la bodega y levanta otra sobre los mismos basamentos.
En 2020 adquirió el negocio la familia Guanipa, reconvirtiendo la bodega, ese mismo año, en una completamente actualizada que manejaba productos de uso diario pero en pequeñas cantidades, como abarrotes y perecederos así como artículos de limpieza y del hogar.
Al igual que todas las escuelas primarias y secundarias del país, la U.
E. José Gil Fortoul debe cumplir con los reglamentos y patrones dictados por el Ministerio del Poder Popular para la Educación.
El nombre actual de la escuela honra a José Gil Fortoul, reconocido escritor, historiador, abogado y político venezolano.
El acta constitutiva de dicha asociación fue presentada para su registro y protocolización ante la Oficina Subalterna de Registro del Distrito Urdaneta (ahora Municipio Rafael Urdaneta y Cristóbal Rojas) del Estado Miranda por el entonces director Ángel Rodríguez.
Entre los dulces típicos están los helados artesanales, las pelotas, la torta y los besos de coco.
Amaury Martínez Macero, nacida y criada en Siempreviva, obtuvo el título de 2.ª finalista en la vigésima novena (29º) edición del certamen Miss Venezuela 1982.