Hidromiel

La hidromiel o aguamiel es la combinación de agua y miel, que se deja fermentar para obtener una bebida con cierta graduación alcohólica, la cual varía del 4 % al 18 %.

En muchos cantares épicos nórdicos y anglosajones se recitan las bondades del hidromiel, la función en sus reuniones y su vida después de la muerte en el paraíso del Valhalla, donde beberían hidromiel por el resto de la eternidad.

Si no se agrega ninguna levadura a la preparación, la fermentación tardará mucho más tiempo.

El anterior proceso es para producir gran cantidad del licor en bodegas que permitan su conservación y manipulación, logrando así diferentes clases o categorías de hidromiel según su fermentación.

Por lo tanto, el hidromiel no es necesariamente dulce, todo dependerá del azúcar que haya quedado sin fermentar.

Cuando la solución está a 30 °C, ya es apta para agregarle la levadura, pues una temperatura superior matará los hongos, evitando que se reproduzcan e inicien el fermentación.

Cuando la mezcla ha formado una espuma en su parte superior o se ha dejado de producir CO2 por un indicador como puede ser la válvula de escape del gas, se procede a colar los agregados para lograr que solo quede la bebida que en esos momentos ya será alcohólica en otra botella.

Actualmente también existe una competición mundial para la preparación de los mejores hidromieles, en la que se toman en cuenta factores clásicos como sabor, color, ingredientes, apariencia, aroma, impresión en general, etc.

El proyecto que da diferentes premios a los tres primeros puestos se conoce con el nombre de Mazer Cup Mead Competition.

Un vaso con hidromiel.
Válvula, uso de un cierre hidráulico para la fermentación casera.