Durante su carrera informó de numerosos acontecimientos relacionados con los palestinos y analizó la política israelí.
Poco después, el ejército israelí afirmó que había llevado a cabo una investigación cuya conclusión era que los responsables de su muerte podrían haber sido el ejército israelí o los milicianos palestinos.
[11] Durante su funeral, la policía israelí atacó con porras y granadas aturdidoras a los hombres que portaban su féretro desde el Hospital de San José, en Jerusalén Este.
[20] Continuó sus estudios en la Universidad de Yarmouk, también en Jordania, donde se graduó en periodismo, tras lo que regresó a Palestina.
[4] Abu Akleh siguió desarrollando su carrera de periodista en Al Jazeera hasta que fue asesinada en 2022.
[31] En el mismo ataque, otro periodista, Ali Samoadi de Al Quds, recibió un disparo en la espalda pero sobrevivió; otros dos hombres palestinos fueron llevados a un hospital a causa de heridas leves.
[35] Una periodista palestina presente en el lugar de los hechos, Shatha Hanaysha, declaró que tanto ella como Abu Akleh, Ali Samoadi y un cuarto periodista habían sido tiroteados por francotiradores israelíes que no dejaron de dispararles incluso cuando Abu Akleh cayó al suelo, evitando así que la propia Hanaysha pudiese arrastrar a la víctima a un lugar seguro.
[37] La bala fue recuperada y enviada para que se le efectuasen nuevos exámenes.
[39] El vídeo del tiroteo mostró a Abu Akleh con un chaleco donde se puede leer claramente la palabra press ('prensa').
[26] Una multitud se reunió frente a su casa para protestar contra su asesinato.
Mahmoud Abbas, presidente del Estado de Palestina, anunció su asistencia al funeral.
[47] El cuerpo de Abu Akleh fue trasladado desde Yenín hasta Jerusalén pasando por Nablus y Ramala.
[52] La policía también acusó a los asistentes de haberles lanzado piedras, aunque no aportó ninguna prueba al respecto.
[12] La Unión Europea emitió un comunicado diciendo que estaba consternada por la violencia en el complejo del Hospital de San José y el nivel de fuerza innecesaria ejercida por la policía israelí durante la procesión fúnebre.
[13] En una entrevista con la CNN, el hermano de Abu Akleh describió las acciones de la policía como "intencionadas y brutales" y afirmó que podían simplemente haber bloqueado la calle para detener la procesión fúnebre.
[57] Unos días después, uno de los portadores del féretro golpeados por la policía fue detenido y colocado en confinamiento solitario;[57] la policía declaró que el arresto no estaba relacionado con el funeral, pero se ha negado desde entonces a dar una explicación para dicho arresto.
[58] Según el abogado del detenido, sin embargo, los interrogatorios giraron en torno al funeral de Abu Akleh.
Es imposible permanecer indiferente ante las difíciles escenas sucedidas en él", y afirmó que hacía falta un análisis apropiado del incidente "para que eventos de gran sensibilidad como este no se vean afectados por manifestantes violentos" y que "bajo mi guía, la policía investigó la conducta de las fuerzas sobre el terreno con el objetivo de sacar conclusiones y mejorar la conducta operacional en futuros incidentes similares".