El confinamiento solitario es una forma de encarcelamiento en la que una persona vive en una celda individual con poco o ningún contacto con otras personas.
Es una herramienta punitiva utilizada en el sistema penitenciario para castigar o aislar a las personas encarceladas que considera un riesgo para la seguridad de otras personas encarceladas o del personal penitenciario, así como a las que infringen las normas del centro o son consideradas conflictivas.
[4] Aunque los servicios penitenciarios han afirmado que el régimen de aislamiento es una herramienta necesaria para mantener la seguridad de las prisiones y cárceles,[5] numerosas organizaciones médicas, de salud mental y profesionales del derecho han criticado esta práctica y opinan que debería reducirse drásticamente.
[6][7][8] Nelson Mandela, el activista sudafricano contra el apartheid y expresidente de dicho país, describió el confinamiento solitario como "el aspecto más prohibitivo de la vida en prisión."
[9]Expertos en derechos humanos han afirmado que el aislamiento prolongado puede equivaler a tortura,[10][11][12] y las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (también conocidas como Reglas Mandela) se modificaron en 2015 para prohibir el confinamiento solitario durante más de 15 días.