Ambos eran ciudadanos comunes, Emilio Muñoz tenía antecedentes y lo arrastraban dificultades económicas.
[1] A la altura del Colegio Escandinavo, una furgoneta se detuvo delante de ella.
Un individuo de complexión fuerte (Muñoz, Candi conducía) se le acercó.
Durante varias horas deambularon por carreteras de Madrid, Ávila y Toledo nerviosos por el imprevisto: no tenían ningún lugar donde mantenerla retenida varios días y les había visto.
Muñoz la estrangula con otra cuerda y luego entierran el cuerpo en la escombrera del complejo.
Viendo los secuestradores que la familia solo había reunido 63 millones de pesetas, cortaron la conversación telefónica.
No se produjeron más llamadas hasta el 22 de junio, tras una emisión del programa Código Uno.
Todo coincidía: era de Toledo, su empresa había hecho trabajos en La Moraleja, cerca del punto elegido para el pago en Guadalajara vivía un hermano suyo, estaba casado y tenía hijos.
[3]La investigación concluyó que Anabel fue asesinada sobre las 21.30 hrs del mismo día de su desaparición, es decir, solo permaneció con vida 6 horas y media.