Sara Pérez Romero

Formó parte de un grupo junto con Carmen Serdán Alatriste y Aquiles Serdán Alatriste que apoyó el movimiento antirreeleccionista en los días previos al estallido de la Revolución mexicana.

[1]​ También se le conoció como la «Primera dama de la Revolución» o Sarita.

Contrajeron matrimonio en 1903; primero en una ceremonia civil, celebrada el 26 de enero en la capital mexicana.

Doña Sara pasó en su compañía todas las horas que le fueron permitidas; además, tramitó junto con el potosino Pedro Antonio de los Santos una fianza de 10 mil pesos, para que Francisco I. Madero saliera libre.

Muerto su esposo, se exilió en Cuba, donde fue acogida por el embajador Manuel Márquez Sterling.

Una vez instalada, residió en una casa situada en la calle Zacatecas número 8, en la colonia Roma.

Al sepelio asistieron cinco hermanos de Francisco I. Madero y varios parientes suyos.

En seguida, algunos fragmentos de esa entrevista: Sara Pérez de Madero entregó un documento a la legación norteamericana en el cual señala que si su embajador se hubiera dirigido con enérgica representación, su esposo y el vicepresidente se hubieran salvado y se habría evitado la responsabilidad que recae en Estados Unidos por los actos de su representante diplomático.

Sara junto a Francisco.