Santuario de la Virgen de las Viñas (Aranda de Duero)
[3] La leyenda asegura que años después la Virgen se apareció a un labrador para decirle dónde habían escondido la imagen y dónde quería que se construyese la ermita.El caso es que según el cura y el niño iban visitando a los enfermos, éstos comenzaban a recuperarse y, una vez vencida la enfermedad, "El Mediquín" desapareció de la ciudad (lo que fue interpretado como que la Virgen de las Viñas había enviado un ángel para ayudar a los arandinos).[6] Durante la Guerra Civil, las tropas italianas que combatían en el bando nacional utilizaron la ermita como cuartel, almacén y polvorín.En el siglo XVIII se transformó el ventanal del ábside en camarín de la Virgen y se levantó una construcción anexa, dotada de cripta en el siglo XX.La ermita cuenta con un mirador sobre el atrio, dos torreones laterales, un patio porticado y espadaña; también tiene un pequeño museo.