Cuando el ciervo saltó por el borde del precipicio hacia el vacío, su fogoso caballo estaba a punto de seguirlo.
[2] A principios del siglo XVII se hicieron algunas reformas en el templo, ya que Juan I ordenó construir algunos pórticos de madera.
Juan II remodeló la planta del templo ampliándolo y construyendo una nueva capilla mayor.
El rey Manuel I sustituyó los pórticos de madera por unos que se mantienen hasta la actualidad.
A petición de la Junta Administrativa, el rey Afonso VI ordenó hacer nuevas reformas en el Santuario.
Se realizaron cambios en la estructura, ampliándose el arco de la capilla mayor y añadiendo un nuevo crucero.
La sagrada imagen está envuelta con un manto verde decorado con oro regalado a la Virgen por Juan V.
La sagrada imagen está envuelta con un manto verde decorado con oro regalado por el rey Juan V a la Virgen.