Santo Stefano probablemente fue financiada por la rica familia Valerio, cuyas fincas cubrían amplias zonas del monte Celio.Había 22 ventanas en el tambor, pero la mayor parte de ellas se tapiaron en la restauración del siglo XV.Las excavaciones llevadas a cabo entre 1969 y 1975 revelaron que el edificio realmente nunca se convirtió en cristiano a partir de un templo pagano, sino que siempre fue una iglesia, alzada en tiempos de Constantino I en la primera mitad del siglo IV.En 1454, el papa Nicolás V confió la iglesia arruinada a los padres paulinos, la única orden católica fundada por húngaros.Esta es la razón por la que Santo Stefano más tarde se convirtió en la iglesia no oficial de los húngaros en Roma.El cardenal sacerdote del Titulus S. Stephani in Coelio Monte ha sido Friedrich Wetter desde 1985.Todas las pinturas tienen una inscripción explicando la escena y el nombre del emperador que ordenó las ejecuciones, así como citas de la Biblia.Hay una tablilla documentando el entierro aquí del rey irlandés Donough O'Brien de Cashel y Thomond, quien murió en Roma en 1064.El mitreo perteneció a Castra Peregrinorum pero probablemente acudían también a él los soldados de la Cohors V Vigilum, cuyos barracones estaban cerca al otro lado de Via della Navicella.Un bajorrelieve coloreado en mármol, «Mitra matando al toro» del siglo III está actualmente en el Museo Nacional Romano.El archidiácono János Lászai, canónigo de Gyulafehérvár, fue enterrado en Santo Stefano Rotondo en 1523.