Se trasladó a Roma en 1433 y fue nombrado secretario de la cancillería del papa Eugenio IV en 1444.
A causa del nombramiento de Amadeo VIII de Saboya como antipapa Félix V, acompañó al exilio a Eugenio IV en Ferrara y Florencia.
Tras la muerte de su protector en 1447, fue empleado en sus mismas funciones por sus sucesores Nicolás V, Calixto III y Enea Silvio Piccolomini (papa Pío II), un gran humanista como él.
Sus obras fueron editadas póstumas por su hijo usando una nueva tecnología alemana, la imprenta.
De cosmovisión historiográfica similar a la de Leonardo Bruni, de quien fue amigo y correspondiente durante su etapa como secretario apostólico con Eugenio IV,[1] destacó por sus trabajos históricos y arqueológicos, que respondían a la desolación que sobre la conservación de la Roma antigua había sentido su amigo, el humanista Poggio Bracciolini, al subir en 1430 al monte Capitolino y divisar los antiguos restos de la misma, transformados en campos de labranza y pasto para cerdos; fue el primero en dividir la historia en tres periodos o edades: Edad Antigua, Edad Media y Edad Moderna, siendo también primero en emplear el concepto despreciativo de "Medioevo",[cita requerida] (medium aevum en latín, Edad Media o intermedia en español) en sus Historiarum ab inclinatione romanorum imperii decades, publicada en 1483, aunque escrita con anterioridad (inc.