Durante el estallido de la revolución comunista en 1919, que dio paso a la muy breve República Soviética Húngara, József fue internado en un campo de concentración junto con su obispo, sin embargo, una vez derrotado el régimen fue liberado junto con los demás religiosos.Su firmeza ante la presión del nazismo y los llamados "Flechas Cruzadas" (partido filonazi surgido en Hungría durante la 2ª guerra mundial) supuso un poderoso freno a las atrocidades que trataron de llevarse a cabo contra los judíos.Tras finalizar la guerra, el nuevo régimen comunista comenzó a realizar ataques verbales y legales contra la Iglesia católica, y en especial contra la figura de Mindszenty, quien respondió a todas las acusaciones.Cuatro años luego de su liberación, en 1975, Mindszenty fue invitado personalmente por un viejo conocido suyo, el militar húngaro don Andrés Farkas quien residía en Caracas desde 1946.Posteriormente viajó muy brevemente a Colombia donde se encontró con la pequeña comunidad húngara local representada por la familia Lenz, originaria de Budapest encabezados por doña Klára Lenz, esposa de don Andrés Farkas.El siguiente latín estaba escrito en su epitafio Inscripción adjunta: "vita humiliavit - mors exaltavit", alemán: "La vida [lo] ha humillado, la muerte [lo] ha elevado".En 1955, mientras el cardenal Mindszenty estaba encarcelado, cumpliendo cadena perpetua, se rodó la película El prisionero basada en su detención y proceso.