Su cargamento consistió en pertrechos, armemento y munición para las fuerzas españolas en lucha contra la colonia portuguesa de Brasil.
Se capturaron seis barcos españoles de línea y uno resultó destruido.
El buque estuvo al mando en 1797 de Juan José Ruiz, quien consiguió burlar la persecución británica en Cabo San Vicente y Vigo.
En 1805 se unió a la escuadra del teniente general Domingo Pérez de Grandallana.
Así, su cubierta partió al primer cañonazo en la batalla, quedando rodeado por varios buques de la escuadra mandada por Nelson: el Leviathan, el Conqueror, el Africa y el Britannia.
En el tercero, con los supervivientes atrincherados en popa y viendo los ingleses la irrecuperable situación de la nave, desarbolada y con vías de agua, estimaron más conveniente proponer la terminación del combate.
El resto de los hombres fueron apresados y trasladados a Gibraltar con el propio comandante.