Samuel Bronston

En 1964 se truncó su carrera, que había parecido imparable: el coste de construcción de sus estudios y el fracaso comercial de La caída del Imperio romano sumieron a Samuel Bronston en tales problemas económicos que tuvo que declararse en bancarrota en Estados Unidos.

En aquellos momentos la empresa Samuel Bronston Productions debía unos 5,6 millones de dólares (cifra entonces enorme) a Pierre S. du Pont; y por si fuera poco, el productor tenía una segunda empresa, Bronston Distributors, Inc.

En 1966, Bronston respondió escuetamente a los requerimientos judiciales sobre sus cuentas bancarias en Suiza; lo que no evitó que después se le descubriese una cuenta personal en Ginebra.

Décadas después, este precedente sería esgrimido por Bill Clinton en el polémico Caso Lewinsky.

Tuvo una hija dedicada a la canción, Andrea Bronston, que trabajó durante años como corista de Camilo Sesto.