El escándalo se desató tras las acusaciones de acoso sexual iniciadas contra Clinton por Paula Jones.
Los detalles los confió posteriormente a su amiga y compañera laboral del Departamento de Defensa, Linda Tripp, quien grabó secretamente sus conversaciones telefónicas.
[20] En el otoño de 1997, Goldberg comenzó a hablar con la prensa (especialmente con Michael Isikoff del Newsweek) sobre las grabaciones.
En vez de eso, Tripp le dio las grabaciones a Starr, quien estaba investigando la Controversia Whitewater y otros asuntos.
Provisto, por tanto, con pruebas de que Lewinsky reconocía haber tenido relaciones con Clinton, amplió la investigación para incluirla en el caso Jones, así como su posible perjurio.
La historia se publicó en la prensa convencional el 21 de enero en The Washington Post.
Esa tarde, Clinton dio un discurso televisado en el que reconocía esto mismo.
[37] En su testimonio para el caso Jones, Clinton negó haber tenido «relaciones sexuales» con Lewinsky.
Seguidamente, basado en esta definición , Clinton contestó: «Nunca he tenido relaciones sexuales con Monica Lewinsky.» Sin embargo, Clinton declararía tiempo después: «Pensé que la definición incluía cualquier actividad [de mi parte], en la que [yo] era el actor y entraba en contacto con aquellas partes del cuerpo" que habían sido explícitamente enumeradas, y con intención de satisfacer o despertar el deseo sexual de cualquier persona».
En otras palabras, Clinton negó que él hubiese tenido contacto con «los genitales, el ano, la ingle, los senos, la cara interna del muslo o las nalgas» de Lewinsky, y efectivamente declaró que la definición acordada de «relaciones sexuales» incluían dar sexo oral pero excluía recibirlo.
La condena también suspendió su licencia para ejercer la abogacía por cinco años, lo que sí fue recurrido, sin éxito, ante la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Todos los senadores demócratas votaron por la absolución de ambos cargos y diez republicanos votaron por la exoneración del perjurio: John Chafee (Rhode Island), Susan Collins (Maine), Slade Gorton (Washington), Jim Jeffords (Vermont), Richard Shelby (Alabama), Olympia Snowe (Maine), Arlen Specter (Pensilvania), Ted Stevens (Alaska), Fred Thompson (Tennessee), y John Warner (Virginia).
Cinco republicanos votaron además por la absolución de obstrucción a la justicia: Chafee, Collins, Jeffords, Snowe, y Specter.
Clinton afirmó que el escándalo hizo a la campaña de Al Gore demasiado cautelosa, y que si a Clinton se le hubiera permitido hacer campaña por Gore en Arkansas y New Hampshire, cualquiera de los dos estados le hubiera dado a Gore los votos electorales que necesitaba independientemente de lo ocurrido en Florida.
[59] El historiador Taylor Branch insinuó que Bill Clinton le había solicitado cambios a su biografía de 2009 (escrita por Branch), The Clinton Tapes: Wrestling History with the President, con respecto a la revelación de que el asunto Lewinsky comenzó porque «Me quebré; yo solo me quebré».
[60] Públicamente, Clinton había atribuido el romance a «un terrible error moral» y a un enojo contra los republicanos, declarando o siguiente: «si la gente tiene una ira no resuelta, esta les hace hacer cosas no racionales y destructivas».