[2] En el grupo de las enfermedades del sistema circulatorio, 28% de las muertes, destaca en primer lugar el infarto agudo de miocardio, en segundo lugar el accidente vascular encefálico agudo, no especificado como isquémico o hemorrágico y a continuación la enfermedad isquémica crónica del corazón, la enfermedad cardíaca hipertensiva y la insuficiencia cardíaca.
El quinto grupo con 7-8% de las muertes corresponde a enfermedades del sistema digestivo dentro de las cuales el primer lugar corresponde a la enfermedad alcohólica del hígado.
[5] La medicina científica se había desarrollado pobremente en Chile hasta los primeros años de la República.
FONASA es el ente financiero encargado de recaudar, administrar y distribuir los dineros estatales destinados a salud.
[8] Las personas que se atienden en el sistema de ISAPRE son 3.243.116 (16%), en FONASA son 15.227.374 (77%); el resto se atienden en sistemas de Fuerzas Armadas, Carabineros, o no tienen cobertura.
[9] Además del SNSS, existen otras instituciones del sector público que cuentan con sistemas propios de salud que atienden a su personal y cargas familiares como las Fuerzas Armadas y Carabineros.
[12] Parir o dar a luz un hijo es una experiencia femenina que ha sufrido importantes transformaciones en la sociedad chilena desde la primera mitad del siglo XIX.
Durante la Colonia y el siglo XIX, la mayoría de las mujeres parían con la ayuda de otras mujeres, conocidas como parteras o empíricas, quienes convirtieron su conocimiento asistencial del parto en un oficio.
La urbanización e industrialización del mundo europeo a partir del siglo XVIII implicó también la creación de las condiciones ambientales necesarias para la rápida propagación de enfermedades, pestes y epidemias.
Otros médicos que colaboraron con la salud pública desde la perspectiva de la higiene fueron José Joaquín Aguirre, Alejandro del Río, Federico Puga Borne, Octavio Maira, Pedro Lautaro Ferrer y Ricardo Dávila Boza.