[2] Su historia se remonta a 1892 cuando fue creado el «Instituto de la Hijiene» [sic] que permaneció hasta 1924.
Posteriormente en 1939 se creó el «Instituto Bacteriológico de Chile» en el mismo lugar donde había funcionado dicho establecimiento.
[6] En las últimas décadas, ha tenido un rol relevante en el estudio de enfermedades que han aparecido.
[7] Más tarde, en 2009, se logró diagnosticar pacientes en Chile del virus A-H1N1, generando una forma rápida de identificación de casos probables.
[9] La misión institucional del organismo es «promover y proteger la salud de la población, fortaleciendo el control sanitario a través de la vigilancia, autorización, fiscalización, investigación y transferencia tecnológica, cumpliendo con altos estándares de calidad y excelencia».