Es el más necesitado de los hábitos para que sea gusto adquirido y se debe a que es quizás el más desagradable de los cinco.
En algunas verduras se ha demostrado que el sabor amargo es una reacción contra el envenenamiento, de esta forma el receptor de gusto amargo denominado TAS2R38 puede detectar glucosinolatos[1] (como el Kohlrabi, los nabos, etc.).
[1] Por su parte, las zanahorias pueden tomar sabor amargo si se almacenan junto con las manzanas, ya que estas últimas emiten etileno, lo cual provoca este efecto.
Algunas bebidas son tan afamadas gracias a este sabor amargo como son el caso de Disaronno Amaretto, Campari y Fernet Branca.
De la misma forma el sabor amargo se emplea en algunos postres y refrescos, para realzar el sabor dulce de los mismos: es el caso del licor amareto (ligeramente amargo de sabor) que es vertido sobre los helados.