[10] Solamente al ser contraída por la madre durante el embarazo, supone una grave amenaza para el feto, con abortos espontáneos en el 20 % de los casos.
[11] Se caracteriza por una erupción en la piel, la inflamación de las glándulas y, especialmente en los adultos, dolores en las articulaciones.
Por lo general la erupción en la piel dura unos tres días y puede presentarse acompañada de una ligera fiebre.
En este brote epidémico se dieron al menos 10 000 abortos y numerosos partos de fetos sin vida solo en los Estados Unidos.
El virus aparece en la sangre a los 5 o 7 días después del contagio y se dispersa por todo el cuerpo.
La rubeola se caracteriza por la aparición de pequeñas erupciones en la piel de un color rosáceo que se inician en la cabeza y progresan hacia los pies, haciéndose más intensa en el tronco, que en algunos pacientes puede producir picazón y suelen desaparecer en pocos días.
Esta última consiste en una infección que afecta al cerebro y conlleva un riesgo inmediato de coma, retraso mental a largo plazo, epilepsia e incluso muerte del paciente.
No obstante, se puede conocer mediante un análisis de sangre (serología) si la persona ya ha padecido la enfermedad y por tanto es inmune.
Las primeras 8 semanas de gestación son las más susceptibles para el embrión, con mayor probabilidad de defectos congénitos, ya que es una época muy importante del desarrollo prenatal, con numerosos órganos y sistemas en plena formación, que pueden verse dañados por el virus.
En cualquier caso, también se recomienda la vacunación en personas adultas que no recibieron la inmunización durante la infancia.