Royuela

El origen de esta amplia depresión en el interior de la sierra está en la sobreexcavación generada por estos ríos en los sedimentos blandos del Triásico, que afloran aquí en un pequeño anticlinal cortado por la red fluvial.

En su término se aprecia un dominio de los sabinares, con pocas especies acompañantes, salvo herbáceas y leñosas rastreras, entre las que destaca por su aspecto plateado la Artemisia assoana.

En el monte además predomina la carrasca, junto a los ríos los chopos, sargas y otros árboles de ribera.

Hacia mediados del siglo XIX el lugar tenía contabilizada una población de 286 habitantes.

Fray José Rodríguez escribió la historia de los trinitarios y cuenta que la primera idea de modificar el calendario Juliano partió de esta convento, se llevó la propuesta a Roma y se aparcó, con posterioridad se retomó y en 1582 fue Gregorio XII quien introduce la modificación.

Juan Sánchez nació en Ateca (Zaragoza), fue ordenado sacerdote en Royuela por Andrés Balaguer, murió en Valencia en opinión de santidad.

Sin embargo, ambas comparten dos aspectos, la presencia del toro y la de los cargos.

La tradición taurina de la comarca se manifiesta aquí en el encierro, que tiene lugar en la calle principal del pueblo donde el novillo o vaca brava se suelta con los mansos llegando hasta la plaza, adecuada para la ocasión.

Los royuelanos lo torean y al día siguiente, tras otra capea, se mata, repartiéndose su carne entre los «socios».

Por su parte, los cargos son ahora voluntarios distinguidos con una banda, encargados de ofrecer una recepción a las autoridades y asistir a los principales actos, que a su vez son agasajados por los cargos entrantes del año siguiente, de quienes reciben pan y vino en lo que se da en llamar «cambio de cargos».

Royuela celebra las fiestas en honor a San Bartolomé el día 24 de agosto.

Casa consistorial
Torre de la iglesia de San Bartolomé