[3] La elaboración es muy básica y depende de la aplicación final del roux.Consiste en derretir suavemente la manteca (por regla general es mantequilla aunque se emplea igualmente margarina o cualquier aceite vegetal) y agregar la harina lentamente hasta formar una mezcla homogénea y lisa.[4],[5] Para lograr una salsa, se moja el roux con algún líquido: agua, caldo, leche o vino.Técnicamente no hay disolución de la harina en la manteca en la preparación del roux, sólo se mezclan los dos componentes para que la harina no absorba en forma brusca la temperatura de los fluidos a ligar.Es importante que al iniciar la ligazón la temperatura del fluido sea cercana a los 80 °C, donde el 'roux' se podrá disolver lentamente y sin formar grumos, llevándola luego a ebullición.
Salsa elaborada con roux blanco, caldo de pollo, vino blanco y
nata
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