En la primera vuelta obtuvieron el segundo lugar, no obstante, en el balotaje fueron electos.
Mantuvo una relación distante con la presidencia de Bucaram, la cual duró apenas seis meses.
Tuvo una relación completamente distante con el gobierno de Alarcón, sin tener designación alguna.
Tras este fracaso, se retiró de la política, dedicándose al activismo, la literatura y el periodismo.
La tensión entre ambos partidos llegó a ser máxima cuando Sandra Correa, ministra de Educación y miembro del círculo íntimo de Arteaga, abandonó el MIRA para formar parte del PRE.
En la misma resolución, los parlamentarios designaban "presidente interino" al titular del Congreso, Fabián Alarcón, alegando un "vacío constitucional" que impedía la sucesión automática de Arteaga.
Era un documento similar al firmado por Osvaldo Hurtado tras la muerte en accidente aéreo de Jaime Roldós, y que también se amparaba en la Carta de 1978, y comenzó a expedir decretos designando a su gabinete ministerial.
Pocas horas más tarde una mayoría simple de diputados elegía a Alarcón como Presidente Constitucional Interino.
Arteaga fue reconocida oficialmente como expresidenta de la república en el año 2004, por decreto presidencial del gobierno de Lucio Gutiérrez, solicitando que la cancillería la reconozca como tal y reciba los honores ceremoniales correspondientes.
[15] Desde que abandonó la política, Arteaga ha tenido una carrera distinguida liderando varias organizaciones sin fines de lucro y enseñando en facultades universitarias.
[18] En sus primeras declaraciones sobre este suceso se manifestó emocionada por lo que consideró "una reivindicación para las mujeres".
"Todos estamos en el mismo planeta y necesitamos trabajar juntos" es la forma en la que explica su punto de vista para combatir la amenaza conjunta del calentamiento global.
[20] Teniendo en cuenta esto, es importante resaltar que su principal aporte se basa en el hecho de que su estructura lleva al consenso y a la solución de los problemas compartidos por los países amazónicos.
[21] Arteaga jugó un papel importante en fortalecer los esfuerzos hechos para preservar la región, haciendo recomendaciones sobre las políticas y trabajando con los gobiernos en todos los niveles.
Sin lugar a dudas, la obra que ha merecido mayores ediciones y reconocimiento es la titulada Jerónimo, que lleva ya ocho ediciones en español, dos en inglés, una en chino, braille, portugués, italiano y otra bilingüe en español-portugués.
Jerónimo ha merecido incontables comentarios de diversas personalidades como la gran escritora boliviana Yolanda Bedregal.
La saga de Jerónimo continúa con el libro Los otros Jerónimos (Editorial el CONEJO, 2002, Quito), prologada por la escritora española Rosa Montero.
Además, Montero señala que “Haber sido madre de un niño Down ha hecho que Rosalía conozca mucho más mundo, muchos otros mundos, los ricos e infinitos caminos de la diferencia”.
Rosalía Arteaga ha incursionado en la literatura infantil, con su cuento El secreto de la princesa (Editorial Norma, 2008, Quito), perteneciente a la colección Buenas Noches.
Escribió además un cuento de literatura juvenil titulado Hábitos nocturnos y Lecturas peligrosas (Grupo Santillana, 2009, Quito).
En esta plataforma se enfoca, también, en impulsar, analizar y discutir sobre nuevos proyectos a nivel nacional, tanto culturales como para el desarrollo.
Estas charlas se realizan desde un punto de vista analítico y exploratorio para llevar dicha información de la emisión, ya sea producida dentro o fuera del país, a todos los ecuatorianos.
[27] Este programa trata múltiples temáticas, entre ellas podemos encontrar asuntos culturales, científicos, educativos y otros temas de aspecto social y de interés familiar, dirigidos para todo público.
A los cambios que tuvo que experimentar al ser introducida al mundo político ecuatoriano que fue creado y modificado por los hombres, este libro dio paso a un gran cambio de pensamiento en la política ecuatoriana, que dio inspiración a la sociedad ecuatoriana de mujeres de sentirse representadas por la Doctora Arteaga Estuvo casada con Pedro Fernández de Córdova Álvarez, ex alcalde de Cuenca, del que se divorció; y, con quien procreó cuatro hijos: La doctora Arteaga ha sido premiada con numerosas condecoraciones y distinciones, de las que se siente particularmente orgullosa.