Rodrigo Álvarez de las Asturias

La ciudad de Oviedo, sin embargo, soportó el sitio, y las fuerzas rebeldes tuvieron que retirarse.

Tal era su compromiso con el rey, que este le entrega a su hijo bastardo Enrique para su educación.

Sin embargo, fue en Asturias donde la figura y el peso de Rodrigo Álvarez se dejaron sentir con más fuerza.

Ya en 1310 otorgó un privilegio a los habitantes de Siero para que ejecutasen la carta puebla promulgada por Alfonso X.

Para ello no dudaba en utilizar partidas armadas a su servicio, que operaban desde los castillos de Tudela y Priorio.

Este documento detalla ampliamente sus posesiones y ordena la realización de numerosas donaciones a monasterios e Iglesia.

Sepulcro de Rodrigo Álvarez de las Asturias en el Museo Arqueológico de Asturias