Rockwell B-1 Lancer

Concebido inicialmente en los años 60 como un bombardero supersónico con suficiente alcance y capacidad de carga como para reemplazar al Boeing B-52 Stratofortress, finalmente en los años 1980 se desarrolló principalmente para realizar incursiones a baja cota, con largo alcance y capacidad de vuelo supersónico a gran altitud.

La versión inicial B-1A fue desarrollada a principios de los años 70, pero su producción fue cancelada en 1977 y solo se construyeron cuatro prototipos.

El B-1B continuó apoyando las fuerzas militares estadounidenses y de la OTAN en Afganistán e Irak.

Se espera que el B-1B continúe en servicio hasta el año 2025, cuando sería complementado por el Northrop Grumman B-21 Raider.

La configuración en flecha máxima se usa para poder alcanzar velocidades transónicas y supersónicas, a alta y baja cotas, aumentando su maniobrabilidad, economía de combustible a alta velocidad y capacidad de sorpresa, en ataques de penetración profunda a baja cota.

El equipo ALE-50 complementa al sistema a su vez, dando protección contra amenazas de radio frecuencia.

Estas y otras mejoras servirían para alargar la vida útil de este bombardero hasta el año 2010.

[cita requerida] El B-1B mantiene varios récords de velocidad, carga y distancia.

Vista inferior de un B-1A en 1981.
Cabina de vuelo de un B-1B de noche.
Un B-1B lanzando bombas y disparando una bengala MJU 23.
Un B-1B realizando un aterrizaje de emergencia en la Base Aérea de Rhein-Main, Alemania, en junio de 1994.
Dibujo 3 vistas del B-1A.
Dibujo 3 vistas del B-1B Lancer.