Sin embargo, la ratificación de dicho tratado ha estado bloqueado en la Duma durante varios años.
Se pospuso en varias ocasiones en protesta por las acciones militares estadounidenses en Irak y Kosovo y por la ampliación de la OTAN a los países del este.
Para los americanos, el mayor problema era la modificación del tratado ABM (que prohibía los escudos antimisiles) para permitir a EE. UU.
En este tratado ambas partes se comprometieron a abandonar las líneas generales del anterior tratado, que había establecido una limitación específica del número de misiles.
En su lugar se comprometieron a recortar unilateralmente la cantidad de cabezas nucleares.